El director del grado de Humanidades de la UOC, Francesc Núñez, ha explicado por qué los políticos no sienten vergüenza cuando son desprestigiados por corrupción o delitos fiscales. Según el profesor, la repetición de un hecho tiene un “efecto normalizador e invisibilizador”. Además, tal y como explica el experto, en la acción política no suele haber lugar para la vergüenza, ya que el político no forma parte del contexto social de aquellos antes quienes tendría que avergonzarse, lo que se une al hecho de que al poderoso no le importa lo que piensen de él quienes no son de su condición.
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