La actividad vacacional es tan enriquecedora o más que la lectiva.
Supervisada por los padres, implica:
- Autogestión del tiempo libre, animando al niño/a a programar su jornada vacacional.
- Actividades significativas (aquellas que tienen valor e importancia para el niño/a). Si tienen dificultades en materias curriculares es contraproducente insistir durante el verano. Si no tienen dificultades, se corre el riesgo de caer en el aburrimiento.
- Ampliación de lazos de amistad con sus iguales y con la familia: padres, abuelos, tíos, primos…
- Planificación de actividades al aire libre. (No del patio del colegio, que es continuación sin techo del aula)
- De conocimiento del municipio: sus servicios, sus instalaciones, sus tradiciones, sus comercios, sus vecinos, su actividad diaria ignorada en gran medida por tener que asistir al colegio en invierno.
- De verdadero compromiso de los padres con la educación de sus hijos.
Todo lo que no sea actividad vacacional, tiene el riesgo de dejar a niños/as en manos de quien, generalmente, ofrecen más de lo mismo.
(Siguiente entrega: Ideas para la actividad vacacional.)
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