Al hilo de un trabajo de investigación dirigido por el profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid Dr. Luis Fernando Vílchez Martín, titulado "Inteligencia musical y aplicaciones educativas", destaco unos comentarios sobre la opinión que la mayoría los profesores de música en Primaria y Secundaria Obligatoria tienen respecto a la actividad musical en la escuela:
"La Música es una asignatura de emociones, sensaciones, de práctica y creatividad. Por eso los profesores insistimos en partir de la práctica musical antes que de la teoría, no ya sólo como estrategia motivadora, sino basándose en la propia naturaleza de este producto de la creación humana..."
" Música es "praxis", oírla, interpretarla, sentirla, vivirla, gustarla..."
"Emsamblar bien teoría y práctica, con predominio de esta última, enfatizándose los ejercicios y actividades: a este enfoque se apuntaría la mayoría..."
Comparto con mis colegas esta prevalencia de la práctica sobre la teoría en las etapas de Ed. Infantil y Primaria, incluso la Secundaria Obligatoria. Para justificar esta posición me baso en las siguientes fundamentaciones psicológicas:
Si partimos de las premisas que el autor del modelo de Inteligencias Múltiples, Howard Gardner, una de las cuales es la Inteligencia Musical, junto con otras: cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal, intrapersonal, naturista... y que éstas y sobre todo la que aquí importa (Int. Musical) contienen diversas subinteligencias: ejecución instrumental, el canto, la escritura musical, la crítica y la apreciación musical.
Y según este autor la inteligencia es la capacidad de ordenar los pensamientos y coordinarlos con las acciones y todas estas subinteligencias tienen un carácter práctico muy marcado, a pesar de que la musical y la lingüística son consideradas las inteligencias de carácter más abstracto por no depender del mundo físico.
El anteriormente citado estudio del Dr. Vilchez, añade: "...Si además de lo anteriormente expuesto, atendemos a las aportaciones de Goleman y Salovey sobre la inteligencia emocional, la vinculación de ésta y la inteligencia musical, aparece como una hipótesis plausible".
De todo lo anteriormente expuesto concluyo que todo lo que hacemos en clase de música: Oír, interpretar, vivir y gustar la música, generar emociones, sensaciones, actividades de práctica y creatividad, es en definitiva contribuir en gran medida al desarrollo de la Inteligencia Musical, de la Emocional, de la Interpersonal, de la Intrapersonal, de la Espacial, de la Lógico-Matemática, de la Lingüística...
La Música parece, por tanto, una asignatura muy completa.
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